jueves, 5 de febrero de 2015

POEMA XXVIII- AFERRADO A TU ALMA. AKASHA VALENTINE. ED. REEDITADA.



POEMA XXVIII- AFERRADO A TU ALMA. AKASHA VALENTINE. ED. REEDITADA. 

Oigo, pero no escucho; el bullicio puede resultar un compañero de fatigas demasiado molesto, así que sin atender su ruego pierdo la mirada entre la multitud, intentando hallarte sin éxito, pero sin dejar de intentarlo una y otra vez. Mientras que mis fatigados ojos exhaustos por la falta de sueño no se cansen y decidan cerrarse, seguiré buscándote. Aun si el ruido es demasiado fuerte o incómodo yo estaré aquí para oírte susurrar mi nombre, esperando escucharlo, anhelando ser esa caricia que al viento regalas cuando de tu boca exhalas tu aliento. Tómate tu tiempo, yo podré esperarte tanto como sea necesario, pues mi boca está saciada a pesar de tener la copa medio llena, y la sed no me resultará nunca ninguna molestia y mucho menos un inconveniente, así que sigue moviéndote a tu ritmo, estaré bien, porque sé que tú estarás pensando en mí. No tengas miedo a vivir, pues preciosa, aquí estoy, aferrando tu alma con todas mis fuerzas.

Resulta curioso encontrarse en este tipo de situación, donde querer a veces no es poder, porque la realidad así me lo impide. Y en la trágica añoranza ansío tenerte, aunque bien sepa que mi deseo es sólo una emoción caprichosa y pasajera, que no logra desvanecerse aun cuando todos mis esfuerzos la obligan a entrar en razón. Ahora que te veo con mejor detalle de lo que lo hacía antes, me quedo extasiado contemplándote bajo la falsa luz de unos focos que desnudan tu piel y la hacen brillar. Donde mis dedos quisieran estar, donde mis yemas desearían desfallecer, allí es donde las quiero llevar, mucho antes de alcanzar el cruce de las cuerdas de tu vestido, de besos yo te quiero llenar. No es que tema al olvido, lo que realmente me da miedo es poder ser olvidado por la persona que más amé en este decadente mundo. Así que, preciosa mía, sigue recordándome, pensando en mí, no olvidando quién fui yo para ti, para que de esta forma mi presencia siga siendo válida a tu lado, para que tenga el suficiente coraje para poder continuar con esta existencia que está a punto de desaparecer para siempre.


Pues el cielo parece estar esperándome y sin embargo no deseo alcanzarlo, al menos no hasta que pueda llevarte conmigo de la mano. Porque aunque no lo diga, sé que lo sabes, sé que sientes que anhelo poder acariciar el aire que respiras y devolvértelo en pequeños susurros de amor siseados al viento y posados con cuidado sobre tus oídos. Mi luz, mi rumbo, eres el faro que me guía en la oscuridad de la noche. Cariño, cómo no voy a quedarme a tu lado, si cuando te miro me vuelvo a sentir vivo de nuevo. Y mis labios, que hasta la muerte han sellado, son capaces de extraer palabras de una canción ya olvidada. Si en este presente tuyo ya no puedo estar, entonces con gusto iré a tu ayer donde aún sigo vivo para poder estar contigo, y poder tocarte con la suavidad de un pétalo, para poder erizar de esta forma el vello de tu piel mientras te susurro al oído el placer interno que haces crecer en mí. Deseo acabar, porque todo ha de llegar a su final, diciéndote que la nostalgia no debería de ser un amargo sorbo, sino un trago de esperanza, cuando nos volvamos a encontrar. 

Akasha Valentine 2015 © http://www.akashavalentine.com

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